El Apego
El apego es la relación afectiva más
íntima, profunda e importante que establecemos los seres humanos. Este apego
afectivo se caracteriza por ser una relación que es duradera en el tiempo,
suele ser estable, relativamente consistente, y es permanente durante la mayor
parte de la vida de una persona.
En la actualidad se considera el apego uno
de los aspectos más importante en el desarrollo de los niños, debido a las
siguientes razones:
Primero, el apego es una necesidad
biológica que todos los seres humanos tenemos (de igual importancia que comer y
respirar) esto quiere decir que los niños (y los adultos) necesitan vivir
vinculados a otras personas que los cuiden y los quieran.
En segundo lugar, el apego es importante
porque es el espacio vital del crecimiento del niño, es decir que la calidad
del apego que reciba el niño/a va influir en cómo se comportará y desarrollará
en el futuro.
Finalmente, el apego es lo que da al niño
un sentido de seguridad, autoestima, confianza, autonomía y efectividad para
enfrentar el mundo de acuerdo calidad afectiva que reciba de sus padres.
Fases de apego.
o
Fase de Pre apego 0 a 6 primeras semanas.
El niño acepta a cualquier ser
humano que le proporcione comodidad.Reflejos determinados genéticamente que tienen un gran valor para la supervivencia (sonrisa, llanto).
Responde a estímulos de los demás.
Tratan de provocar el contacto físico en muchas ocasiones.
Aparece un conocimiento muy rudimentario
hacia la madre. Prefieren la voz de esta a la de cualquier otro adulto a pesar
de que todavía no muestran un vínculo de apego propiamente dicho.
o Fase de formación del
apego: 6 a 8 meses.
La ansiedad aparece cuando el niño se le
separa de los seres humanos, pero no especialmente en ausencia de la madre.
El niño orienta su conducta y responde a su
madre de una manera más clara de cómo lo había hecho hasta entonces. Sigue con
la mirada a su madre y le provoca enfado la separación de los humanos no de su
madre.
Fase
de apego propiamente dicho: 6-8 a 18-24 meses.
Vínculo afectivo muy fuerte con la madre.
Enfado y ansiedad cuando esta desaparece.
A los 8 meses puede rechazar el contacto
físico con otros. Solo desea los brazos de la madre.
La mayor parte de las acciones de los
niños tienen como objetivo atraer la atención de la madre y una mayor presencia
de ella.
o Formación de relaciones
reciprocas: 18-24 meses en adelante.
El niño entiende que la ausencia de la
madre no es definitiva y logra calmar la ansiedad.
Aparición del lenguaje y de representar
mentalmente a la madre, lo que le permite predecir su retorno.
En esta fase a los niños que su madre les
explica el porqué de su salida y el tiempo aproximado que va estar ausente
suelen llorar menos que los niños que no se les da ninguna explicación.
El final de estas fases supone un vínculo
afectivo solido entre ambas partes que no necesita de un contacto físico ni de
una búsqueda permanente por parte del niño, ya que este siente la seguridad de
que su madre responderá en los momentos en los que la necesita.
Características del Apego.
o
Apego seguro:
Los niños que están vinculados con
seguridad generalmente se sienten molestos cuando sus padres se van, y están
felices cuando regresan. Cuando están asustados, estos niños buscarán consuelo
del padre o cuidador. Los niños con apego seguro aceptan con facilidad el
contacto de sus padres. Si bien estos niños pueden ser consolados hasta cierto
punto por otras personas en ausencia de un padre o cuidador, claramente
prefieren a los padres antes que a los extraños.
Los padres de los niños que muestran
un apego seguro tienden a jugar más con sus hijos. Además, estos padres
reaccionan más rápidamente a las necesidades de sus hijos y generalmente son
más sensibles a sus hijos que los padres de los niños con apego inseguro. Los
estudios han demostrado que los niños con apego seguro son más empáticos
durante etapas más avanzadas de la niñez. Estos niños también son descritos
como menos perturbadores, menos agresivos y más maduros que los niños con
estilos de apego ambivalente o evitativo.
A futuro: personalidad segura.
o
Apego Ambivalente:
Los niños con apego ambivalente
tienden a ser extremadamente sospechosos de los extraños. Estos niños muestran
una angustia considerable cuando están separados de su padre o cuidador, pero
no parecen tranquilizarse o consolarse a su vuelta. En algunos casos, el niño
puede rechazar pasivamente al padre rechazando su consuelo, o puede mostrar
abiertamente una agresión directa hacia este.
A futuro: personalidad preocupada.
De adultos son excesivamente autocríticos e inseguros. Son dependientes, y en
sus relaciones se muestran continuamente desconfiados y preocupados porque en
el fondo sienten que van ser rechazados.
o
Apego Evitativo:
Los niños con estilos de apego
evitativo tienden a evitar a los padres y cuidadores. Esta evitación a menudo
se vuelve especialmente pronunciada después de un período de ausencia. Estos
niños no pueden rechazar la atención de un padre, pero tampoco buscan su comodidad
o contacto. Los niños con un apego evitativo no muestran ninguna preferencia
entre un padre y un completo extraño.
A futuro: personalidad rechazante.
Los adultos que tuvieron este tipo de apego tienden a ser solitarios porque
consideran que las relaciones y las emociones tienen poca importancia. Son
excesivamente racionales y reprimen sus sentimientos.
o
Apego Desorganizado:
Los niños con un estilo de apego
desorganizado-inseguro muestran una falta de comportamiento de apego claro. Sus
acciones y respuestas a los cuidadores son a menudo una mezcla de
comportamientos, incluyendo la evitación o la resistencia. Estos niños parecen
mostrar un comportamiento aturdido, a veces parecen confundidos o aprensivos en
presencia de un cuidador.
A futuro: personalidad temerosa,
evitativa o violenta. Ya que de niños reprimieron sus sentimientos durante
incidentes traumáticos, como adultos continúan separados de sí mismos.





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